sábado, 20 de abril de 2013


14 de Abril de 1993

Recuerdo éste día cuando tenía ocho años. Recuerdo a la gente saliendo a las calles, las banderas tricolores y a mi padre cogiéndome en brazos y alzándome en el aire. Mi madre y él reían y se besaban, todos mis vecinos habían salido de sus casas para ir a la plaza del Ayuntamiento a celebrar el nuevo gobierno. Era el fin de tantos años de sufrimiento y la celebración de un nuevo amanecer que auguraba tiempos mejores. O, al menos, algo más justos para todos nosotros. Aquel día incluso me dejaron librar en la fábrica, y todos mis compañeros  y yo marchamos, gritando y riendo, porque la República había sido declarada.
Todo eso duró poco, y si tuve una infancia escasa cuando era niño, la Guerra me quitaría los resquicios que todavía yacían pegados en mi alma, convirtiéndome en un hombre antes siquiera de que supiese lo que significaba la palabra madurez.
Hoy hace más de sesenta años de ese día, y hay alguien que acaba de llegar a éste mundo. Todavía no he perdido la costumbre de apuntar todo lo que me sucede, aunque he reducido el número de páginas diarias a unas pocas, y me limito a anotar aquello que considero importante. Hemos tenido que partir de improvisto a París, y aunque ya cuento con algunos años a mis espaldas debo presumir de buena salud y mucho aguante. Hacía tiempo que no visitaba Francia, creo que desde que mi hija se graduó en la universidad. Y hoy su hija, mi nieta, yace a su lado en una sobria habitación de hospital, durmiendo sin apenas hacer ruido. Hoy, día catorce de abril, ha nacido una niña con nombre de mes de otoño y sangre de guerrilleros de clase obrera.
Recuerdo éste día a mis quince años. Abril olía a bombas y a pérdida de una guerra sentenciada a muerte para nosotros desde el primer instante. Y recuerdo a aquel muchacho tendido en el barro que no entendía ni papa de español. Apenas tenía un año más que yo y se había alistado voluntario para luchar en algo que no le incumbía en absoluto, pero de lo que se sentía responsable. Recuerdo, también, éste día cuando los nazis amenazaban con asolar Europa  y me encontré con aquel mismo bribón después de años y exilios, en la cama de una enfermería improvisada, defendiendo de nuevo una causa similar y luchando porque no sabía hacer otra cosa.
Ahora él está conmigo y mira a su nieta, que es la mía, porque un día como hoy nuestros hijos decidieron casarse, aunque luego no resultó llegar a buen puerto aquella unión.
Se llama November  y mi brazo es más grande que ella, duerme al lado de mi hija apaciblemente, ajena a todo lo que sucede a su alrededor. Joseph y yo sabemos que nuestra nieta será grande. No porque seamos sus abuelos, es algo que hemos intuido desde el mismo momento en que la hemos visto. Ella llegará a lo más alto, y si es lo suficientemente inteligente no se dará de bruces contra el suelo demasiado pronto. Tal vez alcance el éxito un catorce de Abril. Tal vez tenga a un hijo éste día. Supongo que ni Joseph ni yo podremos admirar su grandeza, pero si al menos puedo atisbar algún indicio de ella, uno que me cerciore de que mis intuiciones no son falsas, entonces podré marcharme al otro barrio tranquilo.
Joseph me ha dicho hoy que recuerda perfectamente éste día. Nunca me lo había comentado, después de sesenta años, pero tal día como hoy conoció a la que después fue su mujer.
Curiosamente, nuestros hijos también se conocieron un abril en día catorce.
En ésta insólita familia, fundada por dos carcamales a los que unió la casualidad que les arrebató sus juventudes a base de trincheras y pólvora, una niña ha nacido en la fecha que nos marcó a todos nosotros. Y eso solo puede significar que será grande, la más grande de todos nosotros.
Solo espero que no se ahogue en su propia grandeza, porque mucho me temo que ni Joseph ni yo duraremos lo suficiente para disuadirla. 

2 comentarios:

  1. Tiene buena pinta el comienzo. A ver qué sale de tanta curiosa casualidad encarnada en la pequeña November.

    ¡Besos!

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  2. Un catorce de Abril, nació November. Seguro que hará algo grande, que casualidades.
    Saludos.

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