domingo, 18 de enero de 2015

¿Y de qué te sirve todo eso?
Fante no respondió, se había quedado en blanco. 
¿No te das cuenta? Revy chasqueó la lengua, exasperada. Eres una contradicción, Jason. No es tu vida la que carece de sentido, eres tú el que no tiene ningún tipo de coherencia. ¿Qué se supone que quieres, eh? la muchacha lo miró fijamente, pero él apartó la mirada sin mediar palabra. No te escondas, Fante, porque no voy a dejar de cantarte las cuarenta por mucho que te joda. ¿Qué cojones estás haciendo? Dices que quieres tener hijos, que si te mueres sin haber sido padre vivir no te habrá valido la pena, y luego resulta que solo eres capaz de mantener relaciones personales con chicas casi adolescentes. ¿En qué puto mundo vives? ¿Quién se supone que parirá a tus hijos y te dará ese hogar tan americano que quieres si solo vas a por niñatas que te comen la polla para salir en un puto videoclip de tercera? ¿Puedes ser realista por un momento?  ¡Joder!
Revy alzó los brazos, necesitaba hacerle comprender todo lo que ella había entendido, que Fante asumiese de una buena vez todos los problemas que tenía y les pusiera solución. Ella y Jimmy iban a largarse en unas horas, si Fante no asumía las carencias que tenía entonces ella no podría irse tranquila. 
Respiró hondo y se relajó, dejó caer sus hombros y volvió a contemplar los ojos grisáceos del hombre, que todavía se resistían a confrontar la conversación. 
Quieres ser un adulto y te comportas como un niño, te enorgulleces de llevar la misma vida que tenías a los veinticinco pero afirmas que tu único propósito ahora mismo es sentar la cabeza. ¿No puedes ver a lo que me refiero, Jason? Te emborrachas con gente que tiene de veinte a treinta años menos que tú y llevas a cada ligue que tienes a parques de atracciones dedicados al ocio familiar. Por el amor de Dios, Fante, tienes un puto problema y no es a quién te follas, por mí si es consentido como si tus putitas no pasan de los quince. El problema es que tienes dos partes de ti mismo luchando constantemente, y aunque la que se inclina a ser joven es la que siempre ha ganado la partida, a medida que te vayas haciendo viejo la otra irá imponiéndose más, y llegará un día que tú serás demasiado poca cosa para las dos y petarás. Yo no quiero que petes, Jason. No eres un mal tío, Jimmy y yo hemos sido una mierda contigo y aun así nos has tratado bien. Eres una buena persona, pero tienes a un crío tocapelotas dentro de ti que no para de dirigir tu vida, y no sé si te lo habrán dicho pero los niños no saben conducir. 


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