jueves, 21 de marzo de 2013

Podría pasarme horas y horas hablando contigo. Desafiando los límites del tiempo y tentando a la suerte con aquellos juegos que, de seguro, estan mal vistos. Y no me importa, porque hacía tiempo que aquella sombra infantil no surcaba mi sonrisa, devolviéndome unos sueños enterrados en el cajón de los desastres. Podría volver al país de las maravillas y esconderme bajo una seta protectora, muentras tú pintas las flores gigantes y le das color a un cielo fusiforme. Y ahí me quedaría, admirando la belleza que brota de tus manos mientras suenan los Sex Pistols y el amor mata a cuchillazos. Pero entonces me despierto con ese sol que lo arrasa todo, esa luz que devora los sueños, y mis pies tocan un suelo frío que me devuelve al mundo real y me sacude entera para que me percate de dónde estoy y adónde pertenezco. Estoy muy cerca de ninguna parte y muy lejos de Alabama. Tú siempre me dices que te gustaría irte a un sitio así. Yo siempre te digo que mi vida es un conjunto de casualidades que pudieron ser pero no fueron porque no era el momento. Y yo podría pasarme horas y horas hablando contigo. Horas y horas. Sin cansarme. Ni un poquito.

1 comentario:

  1. Ay el amor. Nos puede llegar a cambiar tantos planes, a hacernos sentir fuera de la realidad... Es tan bueno, y a veces tan malo..
    Pero siempre merece la pena vivirlo.

    (Saludos de café)

    ResponderEliminar